Relaciones tóxicas 2, el doble

5 abril 2016 por Serenamente
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Seguimos con una nueva entrega de los tipos de relaciones de pareja dañinos. Puedes leer las entradas anteriores aquí:

Las tres patas de una relación.

Relaciones tóxicas 1, el espejo.

Si en la relación en espejo mi pareja refleja mi gloria y somos dos pavos reales deslumbrando al mundo (o un pavo real y un asistente prescindible e intercambiable), en la relación que llamamos «el doble», mi pareja y yo somos uno, somos un doble el uno del otro.

Tenemos que sentir lo mismo, pensar lo mismo, hacer lo mismo, respirar lo mismo, odiar lo mismo, querer lo mismo… SIEMPRE. ¡Que agobio!

[Tweet «#MitoAmorVerdadero sentir, pensar, hacer, querer lo mismo los 2… SIEMPRE. ¡Que agobio! @ViveSerenaMente»]

Como se puede entender, las dos personas forman una unidad y cualquier opinión en contra es recibida como un ataque a la pareja y contra «el amor verdadero» (sea eso lo que sea…).

Esta actitud, que puede ser válida, e incluso sana, en los primeros momentos de una relación, esos momentos de enamoramiento (o atontamiento temporal como lo denomina un antiguo maestro mio), se convierte en algo tóxico cuando inunda la relación y se alarga en el tiempo.

Son este tipo de pareja que no tienen actividades individuales, que terminan las frases uno del otro, que no tienen amistades fuera de la pareja… Es una relación que respira siempre el mismo aire viciado y donde está instalado por un lado el mito del «amor verdadero, como tiene que ser» y por otro el miedo a que si mi pareja tiene actividades, amigos, deseos fuera de la pareja, es que no me quiere y la pareja se romperá inevitablemente.

[Tweet «Una llama para brillar necesita aire fresco. Sin el, la llama muere @ViveSerenaMente»]

Una llama para brillar necesita aire fresco, si la tapo con un vaso, el oxígeno se consume y la llama muere. Seguimos juntos por inercia, como dos viejecitos (aunque tengamos 30 años) respirando el mismo aire viciado, haciendo las mismas cosas, de la misma manera y con la misma gente (o solos) TODA la vida.

Hay veces que intentan justificarse con alguna enfermedad, deficiencia o incapacidad (en infinidad de ocasiones irreal) «Pobre, si en cuanto sale a la calle se pierde… si no es por mi se muere», y al cabo del tiempo son incapaces de sobrevivir el uno sin el otro, ya que ambos son su única y repetitiva fuente de estímulos y de cuidados.

En algún momento puede llegar la hipocondría, «¿Estás bien?, te veo la cara muy pálida…», «No me gusta esa tos…» ¿Alguien conoce una mayor muestra de «amor verdadero» que cuidar la salud de mi «alma gemela» o ser cuidado por ella?

Como comprenderéis, en este tipo de relación frases del tipo «Si te mueres yo me moriré contigo» pegan muy bien…

No saben decirse NO el uno al otro (ni por supuesto recibirlo), el NO significa que la pareja está en peligro. No entienden que el NO es a la actividad propuesta, no a la persona.

Hace mucho tiempo aprendí que en el NO empieza la propia identidad, así que en este tipo de vínculo no hay identidad propia, está la pareja, solo la pareja, y cualquier cosa que cuestione esto se vive como una enorme amenaza.

Así que ahí les dejamos, juntos para siempre, queriendo lo mismo, haciendo lo mismo, respirando lo mismo…

Yo me voy a por algo de aire fresco con el que regar y hacer crecer mi relación.

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